Si estás planeando un viaje a Barcelona, la Casa Batlló es una atracción imprescindible. Considerada una de las obras maestras de Antoni Gaudí y un símbolo del modernismo catalán, este impresionante edificio se encuentra en el número 43 del Passeig de Gracia y es conocido en todo el mundo por su estilo arquitectónico único. Aquí te presentamos algunos datos menos conocidos sobre la Casa Batlló que harán que tu visita sea aún más especial:
1 – El edificio no es original de Gaudí: El edificio fue construido en 1875 por el arquitecto Emiliano Sala Cortés, quien también había sido uno de los maestros de Gaudí. En 1903, Josep Batlló, un empresario con varias fábricas textiles en Barcelona, adquirió el edificio. Encargó la remodelación del mismo a Gaudí, quien ya era bastante conocido. En ese momento, estaba trabajando en la Sagrada Familia, la Torre Bellesguard y el Parque Güell. Al ver el gran cambio, Batlló quedó tan impresionado que recomendó a Gaudí a su amigo Pedro Milà, para quien el arquitecto construyó más tarde la Casa Milà, conocida como La Pedrera.
2- Inspiración marina: Dentro de la gran inspiración natural, Gaudí se centró principalmente en el mundo marino. Es por eso que las áreas interiores del edificio pueden recordarnos a él.
3- El interior de un animal: En la misma línea, también podemos encontrar referencias a los organismos vivos. En algunos casos, recorrer la casa da la sensación de estar dentro de un animal, por ejemplo, con los arcos catenarios, que se asemejan al interior del vientre de una ballena.
4- La Casa del Dragón: Pero si hay un animal que destaca por encima de todos los demás, es el dragón. La Casa Batlló está asociada a la leyenda de San Jorge, el patrón de Cataluña, que mató al dragón para salvar a la princesa. Si observas la fachada, verás que las tejas que coronan el edificio y la forma general del techo se asemejan a la espalda de un dragón.
5- Fachada ondulada: Aunque muchos no lo han notado, la fachada es ondulada. Esto crea efectos muy especiales que dan aún más originalidad y magia a la casa.
6- Diseño de techo único: El techo de la Casa Batlló es una de sus características más llamativas. Gaudí creó un diseño que imita las ondulaciones del mar, completo con un mosaico de colores azul, verde y dorado. El techo también cuenta con un tragaluz central que permite la entrada de luz natural y ofrece una vista impresionante del cielo.
7- Pionero en reciclaje: La técnica por la que Gaudí es más conocido es la del trencadís. Se obtiene a partir de piezas de vidrio y cerámica desechadas. Es por eso que se considera un pionero en el reciclaje.
8- Balcones: Los balcones son uno de los grandes misterios de la mayoría de los visitantes. ¿Qué ven? Cada persona parece ver algo diferente, pero especialmente destacan las opciones de esqueletos, máscaras venecianas y tortugas.
9- Las chimeneas misteriosas: Otra característica interesante de la Casa Batlló son sus chimeneas. Gaudí diseñó estas chimeneas en forma de huesos de animales, lo que contribuye a la sensación orgánica general del edificio. Algunos dicen que las chimeneas tienen la forma de la espina dorsal de un dragón, mientras que otros sugieren que simbolizan las costillas de un barco.
10- Sistema de iluminación natural: Gaudí trabajó para hacer que la Casa Batlló sea muy luminosa. Logró esto gracias al tragaluz y a los patios centrales. Desde allí, se distribuye la luz natural.
11- Ventilación eficiente: Pero eso no es todo, también creó un sistema de ventilación a partir de diferentes aperturas que se activan manualmente en las ventanas de la casa y que permiten regular el aire sin necesidad de abrir completamente las ventanas. Los patios centrales también juegan un papel fundamental, ya que ayudan a preservar el calor en invierno y a ventilar en verano.
12- El mobiliario, también de Gaudí: Parte del mobiliario fue diseñado por Gaudí, con su inconfundible firma. Puedes encontrar sillas, bancos, vitrinas o puertas que llevan su sello.
13- La Manzana de la Discordia: El tramo del Paseo de Gracia donde se encuentra la Casa Batlló es conocido como «la manzana de la discordia». Y es que está acompañado por otros edificios muy importantes: Casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch, Casa Lleó Morera, de Lluís Domènech i Montaner, Casa Mulleras, de Enric Sagnier y Casa Josefina Bonet, de Marcel·li Coquillat. El nombre «discordia» viene de la gran rivalidad profesional entre los grandes arquitectos de la zona.
14- No fue la ganadora: La Casa Batlló no ganó el primer premio cuando se presentó a un concurso. En su lugar, el Colegio Condal de Bonaventura Bassegoda i Amigó se llevó el primer puesto.
15- Una Compañía de Seguros: En 1954, la Casa Batlló fue vendida a Seguros Iberia, que la utilizó como oficinas comerciales. En 1993, fue adquirida por la familia Bernat, propietaria de la empresa Chupa Chups, y restaurada antes de ser abierta al público.
16- El día de Sant Jordi: El 23 de abril es un día especial para la Casa Batlló, ya que la fachada se llena de rosas (símbolo del día) y dos de sus habitaciones se decoran con pétalos rojos que parecen caer del techo. En los últimos años, también se han organizado exposiciones en esta fecha especial.
17- El Jardín Secreto: La Casa Batlló tiene un jardín secreto situado en la azotea, al que se accede a través de una escalera de caracol. El jardín es un refugio pacífico que ofrece impresionantes vistas de la ciudad y es un lugar perfecto para relajarse y escapar del bullicio de la ciudad.
18- Las Vidrieras: La Casa Batlló cuenta con hermosas vidrieras que añaden a la belleza y magia general del edificio. Estas vidrieras están diseñadas para dejar entrar la luz natural y crear una atmósfera cálida e acogedora.
19- Los Azulejos Coloridos: La Casa Batlló está cubierta de azulejos coloridos, lo cual es una característica común de la arquitectura de Gaudí. Estos azulejos están hechos de una variedad de materiales, incluyendo cerámica y vidrio, y se utilizan para crear patrones y diseños intrincados que son únicos para el edificio.
20- Las Huellas de Gaudí: Si observas detenidamente la Casa Batlló, puedes encontrar las huellas de Gaudí en algunas de las paredes y columnas. Esta es una tradición que se remonta a la Edad Media, donde los artesanos dejaban sus huellas en sus creaciones como señal de orgullo y propiedad.
